martes, agosto 02, 2016

Descarga real

Iba a poner esto en Facebook, pero ahora le tengo miedo al Facebook.
"En un mundo como este, es muy difícil evitar "photoshopearse" la vida. Siempre nos vemos obligados a regar más nuestro patio porque el del vecino es más bonito, poniendo fotos perfectas, frases "autoayudescas", y repartimos muchos likes y besitos sin cesar. Si no podemos mostrarnos tal cual somos, no nos mostremos que el ojo público siempre termina hilando fino y al final queramos o no, cuando forzamos tanto, cuando ponemos todo tan maravilloso, perfecto e irreal, se nos notan las costuras"
Lo escribí y lo borré... pensé, mejor me lo llevo a Blogger porque allí nadie me lee, pareciera que allí no voy a ofender a los que andan espiando cada letra, a los hipócritas desesperados por atención, a las personas atorrantes que ya no soporto y que no puedo volarme por simple y absoluta diplomacia, bien sea familiar, laboral o de esos que se hacen llamar mis amigos.
En mi último viaje a México supe de un cabrón que dijo que yo estoy en mi puesto de trabajo gracias a la persona con quién me casé.
Me provocó partirle la cara, sí... así a lo malandra, a lo callejera. Me entró una furia desmedida.
Pero tuve que callar, tuve que hacerle photoshop a mis emociones, porque mostrarme tal cual siento, me hubiera traído problemas y hubiera soltado la lengua del chismoso.
Entonces descargo por aquí, rogando que algún día volvamos a ser los mismos que hablábamos con la sinceridad que hablan los niños, sin ser crueles, ni despiadados, pero con la verdad.
Hoy es uno de esos días que me provoca irme a vivir a una montaña y no saber de nadie más.
No quiero corazoncitos, ni emojis, ni likes, quiero ver a los ojos, apretones de manos sinceros, abrazos cálidos y sentir que los corazones se conectan con sinceridad.
Gracias al Universo no todos los días son así, realmente son muy pocos.
Pero con qué ganas te voltearía los dientes, grandísimos hijo de perra chismoso y malagradecido.