domingo, enero 30, 2005

Tintán al paredón

Mi pobre cachorro está malcriado. Por lo menos esa fue la conclusión que sacamos cuando ayer, lo llevamos a la escuelita de perros. Se va a quedar por dos semanas y tenemos el corazón partido. Y es que, aunque Tintán es el perro más tremendo del mundo, es una maravilla de amor. No hay nada más sabroso que esa cosa amorosa de cuatro patas te reciba con tanta alegría cuando llegamos agotados de trabajar. Pero, reconozco que ya me tenía al borde... pipí y pupú a sus anchas, mordedera de sábanas, cojines, muebles, pantaletas, medias... en fin, amén de la ladradera a extraños.
Pero y cómo le explico yo que no podemos vivir en La Guaira donde todo es bello y tranquilito y que decidimos vivir en La Candelaria donde muy al contrario el ruido de los autobuses, triquitaquis, buhoneros gritando y borrachos serenateros lo convirtieron en un neurasténico perro. Ya no podía ni siquiera darle la vueltica de rigor para que matara el stress porque el pobre bicho estaba a punto de morir infartado cada vez que lo sacábamos, odia a los motorizados, a los que cargan carretillas, bolsas, y bueno, eso es lo de menos... la calle está llena de basura, de cochinadas. Total, que a veces pienso ¿en qué se ha convertido nuestro país, si un pobre perro no puede ser feliz?, no me pudo ni imaginar un chamo que no tenga donde pasear su bicicleta.
Lo extraño, extraño mucho a mi chiquito peludo.

lunes, enero 03, 2005

La Tentación del Farrapo

Esta mañana inicié mis promesas de nuevo año. Hace un par de días dejé de fumar, ayer comí como desesperada para iniciar una mini dieta y mucho ejercicio, fui al ávila con Arturo, me levanté tempranito.Hoy llegaré a la casa, limpiaré todo el desastre y comenzaré una vida con un año más.Aunque no puedo aguantar la tentación de comer el Farrapo de Lili que con tanto cariño me trajo el chino de Rio Chico.Poco, a poco, las promesas se cumplen poco a poco.